El 26 de febrero de 2025, el M/V Ortelius hizo historia al convertirse en el primer buque de pasaje no rompehielos en alcanzar los 78°03,471'S, el punto más meridional jamás registrado por un buque de su clase en el Mar de Weddell. El logro fue más que un hito de la navegación. Marcó un momento poco común en la exploración polar moderna: una expedición inundada de audacia, flexibilidad y una sed tangible de aventura en los rincones más alejados del mapa navegable.
"Probablemente sea lo más parecido a una verdadera expedición que se haya visto nunca", comenta Sara Jenner, jefa de la expedición a bordo del Ortelius durante este viaje. Alcanzar las coordenadas históricas fue un momento de inmenso alivio, tras haber navegado por el notoriamente impredecible Mar de Weddell. Para su sorpresa, en esta ocasión todo se alineó. "(Ese día) fue uno de los días con un tiempo más fenomenal", recuerda Jenner con emoción. "Completamos aterrizajes en helicóptero y en el hielo marino, nos encontramos con pingüinos emperador y disfrutamos de un amanecer y una puesta de sol increíbles".
Dejando a un lado la vida salvaje, fue un día de triunfos operativos. "Para mí fue mucho más especial que pudiéramos sacar a la gente del barco", continúa Sara. "El tiempo no nos detuvo, lo cual era de esperar a 78 grados sur. Ese día, todo se alineó a la perfección".
Fotografía de Sara Jenner
Siguiendo la ruta de Shackleton
La travesía no sólo batió récords, sino que abrazó el espíritu de la verdadera exploración, siguiendo los pasos de figuras legendarias como Sir Ernest Shackleton. El mar de Weddell, famoso por su densa capa de hielo y sus condiciones implacables, ha desafiado a los exploradores durante más de un siglo. Fue aquí, hace 110 años, donde el barco de Shackleton, el Endurance , quedó atrapado en el hielo y fue aplastado, hundiéndose y dejando varados a Shackleton y sus hombres en el hielo antártico. Lo que siguió se convirtió quizás en la historia de supervivencia más emblemática de la historia polar, y en un legado que sigue inspirando y atrayendo a los exploradores polares hasta nuestros días.
El momento de este viaje tuvo una profunda resonancia histórica: "En el punto más cercano, estábamos a sólo 213 millas náuticas del lugar donde se hundió el Endurance", explica Sara. A bordo se celebró una fiesta especial en honor de este lugar histórico, y a lo largo del viaje se señalaron otras fechas significativas, como el cumpleaños de Shackleton y el día en que se encontraron los restos del Endurance, casi 107 años después de su naufragio. Este legado siguió siendo central en lo que fue una aventura innovadora. Los huéspedes se sumergieron en una serie de conferencias de cinco partes dedicadas a Shackleton, junto con actualizaciones históricas diarias que seguían la cronología de su expedición. "Ha sido una parte muy significativa del viaje", explica Sara. "Añadió una capa completamente diferente, especialmente para los fans de Shackleton a bordo".
El viaje comenzó en la tumba de Shackleton en Georgia del Sur y concluyó en la isla Elefante, donde sus hombres varados esperaron más de cuatro meses a ser rescatados. Esa última parada resultó ser una de las más emotivas: "Algunos de nuestros invitados estaban realmente alterados y llorosos ese último día", recuerda Jenner, "ver el busto del capitán Pardo -el hombre que salvó a la tripulación- fue el final perfecto para el viaje".
Foto de Sara Jenner
Explorar territorios inexplorados y superar la imprevisibilidad
Mientras el Ortelius navegaba a través de la densa capa de hielo para explorar algunas de las zonas más prístinas y remotas de la Antártida, los pasajeros disfrutaron de emocionantes excursiones en zodiac, siendo uno de los momentos más inolvidables la oportunidad de compartir el agua con pingüinos emperador durante sesiones de buceo y snorkel estrechamente supervisadas. "Este fue uno de los encuentros más extraordinarios con pingüinos emperador", sonríe Sara. "Un momento de verdadera conexión".
Las operaciones en helicóptero también desempeñaron un papel fundamental: "Siempre es un momento culminante", explica Sara, "nos da la mayor sensación de lo pequeños que somos en este vasto paisaje. Puedes estar en el Ortelius y pensar que estás en un gran barco reforzado por el hielo. Pero entonces, te levantas de la heliplataforma y, en cuestión de segundos, el Ortelius parece diminuto en un mundo de blanco, y tienes esa sensación de lo pequeños e insignificantes quesomos".
En los salvajes confines de la Antártida, la preparación y la flexibilidad son primordiales: "Hayque tener la mente abierta y dejar que la madre naturaleza dicte el itinerario", coincide Sara. "Ven sin expectativas reales y seguro que te llevarás una grata sorpresa".
De hecho, la naturaleza de esta expedición ha sido impredecible, y la Madre Naturaleza ha decidido en última instancia el curso del viaje. Esta apertura a lo desconocido es el núcleo de todos los viajes de Oceanwide Expeditions. "Cada día es diferente", dice Sara, haciendo hincapié en cómo no hay dos viajes a la Antártida iguales. "Puedes hacer el mismo itinerario una y otra vez y no aburrirte".
Foto de Sara Jenner
Los lazos que se forman en el hielo
El sentido de camaradería que se forma entre los huéspedes es otro sello distintivo de esta expedición única. Con más de una semana de viaje hasta los puntos más alejados, el viaje no consiste sólo en explorar, sino en conectar: con el entorno y entre sí. "Siempre digo: mirad a vuestro alrededor. Esta es ahora tu familia, tanto si los conoces como si te caen bien. Aquí abajo nos cuidamos unos a otros".
Los huéspedes que participan en este tipo de aventuras no solo comparten los recuerdos de los extraordinarios paisajes y la vida salvaje, sino que también forjan vínculos duraderos con sus compañeros de viaje. "Este año tuvimos 11 huéspedes que habían emprendido el viaje al Mar de Ross conmigo allá por 2022", cuenta Sara. "Todos se reúnen cada año: tienen un grupo de WhatsApp y socializan por todo el mundo".
Foto de Sara Jenner
A pesar de toda la cruda intensidad de la expedición, destacan los momentos más ligeros e íntimos: ya sea tomando una tranquila taza de cacao, durante las animadas cenas o incluso en momentos únicos especiales como una fondue de queso o incluso una renovación de votos matrimoniales, los invitados estrechan lazos de una forma que quizá no esperaban antes de poner un pie a bordo y dejar atrás la vida en tierra.
Esos momentos no están todos en el itinerario, pero importan: "Intento que sea un poco más especial, un poco más memorable". Para Sara, esa sensación de conexión fue una parte definitoria del viaje: "No puedo garantizar el tiempo, ni el hielo, ni lo que vamos a ver, pero si puedes causar un impacto positivo en los huéspedes y moldear su experiencia, creo que eso llega muy lejos".
Foto de fotógrafo desconocido
Hacer historia con la vista puesta en el futuro
A medida que el barco regresa a la civilización, se percibe un sentimiento colectivo de asombro y reflexión a bordo: "Ayer derramé una lágrima al levantar mi última Zodiac", revela Sara, "Estaba muy triste por irme. Cada día nos trae una nueva alegría. Tenemos el privilegio de trabajar en estos entornos increíbles".
De hecho, este viaje ha sido histórico, no sólo por los récords establecidos, sino por la forma en que ha redefinido lo que significa explorar la Antártida y el impacto que tiene para una persona visitar un lugar así: "No podemos sino sentirnos humildes por tener el privilegio de seguir los pasos de Shackleton con tanta comodidad", dice Sara, "pero no tenemos ni idea de lo que es una verdadera expedición. Lo hacemos con tanta comodidad y facilidad".
"Creo que el huésped ideal para este tipo de viaje es alguien de mente abierta, aventurero y que realmente quiera vivir la experiencia. No se trata de rellenar una lista. Están aquí para conectar, aprender y estar realmente presentes".
Fotografía de Sara Jenner
Aunque la expedición tuvo éxito en sus logros históricos, también está claro que el futuro de la exploración polar es a la vez emocionante e incierto: "Siempre va a ser un poco incierto, pero es importante que la gente entienda realmente lo que están experimentando aquí abajo", dice Jenner. También está claro que espera que quienes visiten la Antártida se vayan con una profunda apreciación del delicado equilibrio de la vida aquí, y de la importancia de preservar este extraordinario paisaje tanto para las generaciones futuras como para las especies emblemáticas que prosperan entre el hielo.
una vez que te expones a la cruda belleza de lugares como éste, llegas a comprender lo que realmente hay que preservar", afirma, "por eso es tan importante compartir nuestros conocimientos como personal: esperamos que los huéspedes vuelvan a casa con el deseo de proteger estos lugares". Aunque lo pasamos muy bien, siempre hay un mensaje más profundo. Las palabras de despedida de Sara tal vez lo resuman perfectamente: "Vengan con la mente abierta, confíen en su tripulación y déjense guiar por la Madre Naturaleza; nunca les decepcionará". Cuando este viaje se repita el año que viene o el siguiente, el itinerario será completamente diferente. Ésa es la verdadera belleza de un crucero de expedición a la Antártida".
Fotografía de Sara Jenner
Oceanwide Expeditions volverá al Mar de Weddell en sus temporadas antárticas de 2025-26 y 2026-27. Como único operador que ofrece actualmente cruceros de expedición que se aventuran tan profundamente en el Mar de Weddell, el itinerario Remote Weddell Sea Explorer representa una oportunidad exclusiva de aventurarse en algunas de las regiones geográficamente más aisladas y vírgenes de la Tierra. Reserve su plaza a bordo y asegúrese su lugar en la aventura polar de su vida.