Cómo hacer un crucero por el Ártico o el Antártico como un profesional polar
Los cruceros polares son fáciles de disfrutar, pero sacarles el máximo partido tiene su arte.
Un crucero que usted considera anodino, pobre, incluso desastroso, puede ser el viaje que otro viajero califique como el viaje de su vida. Y éste podría haber sido completamente distinto con un poco más de planificación, preparación o unas botas ligeramente mejores.
Es cierto que los cruceros por el Ártico y la Antártida rara vez penden de un hilo tan fino. Pero cuando se trata de escapadas tan importantes, uno quiere que todo sea lo más perfecto posible.
He aquí siete breves y dulces consejos para que su experiencia en un crucero polar se acerque a esa perfección. No debe confundirse con nuestra guía de cruceros de la A a la Z, más detallada, sino que se trata más bien de una lista de pequeñas cosas que puede hacer para inclinar a su favor la experiencia de su crucero de expedición.
Aunque estos consejos obviamente no pueden garantizar un gran viaje - de hecho, no esperar garantías es probablemente el consejo más importante de esta lista - no obstante, ayudarán a alinear su enfoque con las realidades de los cruceros de expedición polar.
1. Infórmese antes de reservar
Como es lógico, su disfrute de un crucero de expedición dependerá en gran medida del crucero que reserve.
¿Prefiere un viaje a la Antártida o al Ártico? ¿Desea principalmente un crucero de observación de aves, ballenas u osos, o ninguno de los anteriores? ¿Se conforma con realizar cruceros en zodiac y tranquilos paseos por la costa, o quiere participar en actividades más aventureras (y físicamente exigentes), como montañismo, submarinismo o esquí?
Si las opciones le resultan abrumadoras, puede resultarle útil decidir qué animales y actividades le interesan y dejar que sean esas opciones las que determinen su destino.
Además, muchos lugares ofrecen una amplia variedad de fauna, así que no se preocupe por tener que renunciar a una especie en favor de otra. En Svalbard podrá ver osos, ballenas y aves; en la Península Antártica, ballenas, focas y pingüinos.
Son las regiones polares. Los animales las adoran.
2. A la hora de hacer la maleta polar, piensa en capas
La ropa es una elección muy personal, y en gran medida depende de lo que usted sepa sobre sus preferencias de comodidad y tolerancia al frío y al calor. Aun así, hay una recomendación sobre la ropa que sigue siendo universalmente aceptada por los viajeros polares experimentados...
Vístete por capas.
Mejor que una gruesa e impenetrable chaqueta de alta mar son unas cuantas camisas sencillas, unos cuantos jerséis decentes y un abrigo impermeable de calidad.
Como el aire caliente queda atrapado entre las capas de ropa y actúa como aislante adicional, varias capas de ropa de abrigo medio proporcionan más aislamiento que una sola prenda más pesada. Opta por la lana, la seda y las nuevas fibras sintéticas, que retienen bien el calor.
Las capas también te permiten controlar fácilmente la temperatura, ya que puedes quitarte o ponerte más según necesites.
Para más consejos, tenemos una guía detallada de equipaje de crucero específica para los cruceros por la Antártida, pero igualmente aplicable a los viajes por el Ártico.
3. Considere la posibilidad de reservar un taller de fotografía de crucero
Le sugerimos que, entre foto y foto, guarde de vez en cuando la cámara y se limite a contemplar el entorno. Después de todo, es una triste ironía centrarse tanto en las fotos que no se experimenta plenamente lo que se intenta fotografiar.
Pero cuando las hagas, y lo harás a menudo, también te ayudará conocer algunos consejos.
Para estos consejos, no podemos dejar de recomendar a nuestros fotógrafos profesionales de a bordo. Si reserva un crucero polar con un suplemento de taller fotográfico, estos experimentados instructores le ayudarán a perfeccionar sus habilidades fotográficas.
Además de las entradas sobre fotografía de la página de nuestro blog, también tenemos una guía de equipaje fotográfico que puede ayudarle a decidir qué objetivos utilizar mientras empaqueta sus capas de ropa.
4. Siga todas las normas de seguridad y medioambientales
Lo sabemos, pero no está de más insistir en este consejo, sobre todo en la zona de los osos.
Para su seguridad, así como para la salud de la fauna y el terreno, seguimos una serie de directrices que hemos ayudado a establecer con la Asociación Internacional de Operadores Turísticos de la Antártida(IAATO) y la Asociación de Operadores de Cruceros de Expedición al Ártico(AECO).
Estas directrices incluyen aspectos como las distancias mínimas que debemos mantener con las colonias de pingüinos, las manadas de morsas y los frentes glaciares.
El personal de su expedición le mantendrá informado de estas directrices, junto con el protocolo de seguridad que exigimos en nuestros buques. Por favor, por el bien de todos, sígalas. Existen para su seguridad y la preservación del ecosistema polar.
5. Prepárese para el mareo
Aunque no seas de los que se marean con el movimiento, hay ciertas zonas en las que navegamos lo suficientemente agitadas como para que casi todo el mundo se maree.
El Pasaje de Drake, entre Argentina y la Antártida, es un buen ejemplo.
Existen medicamentos muy eficaces contra el mareo, con efectos secundarios mínimos, y vendemos algunos a bordo de nuestros barcos. También hay una serie de remedios naturales para el mareo que podemos recomendarle si quiere evitar los fármacos.
Algunas personas prefieren las bandas de acupresión, otras el té de jengibre y las galletas saladas. Lo esencial es hacer lo que te haga sentir mejor. Siempre que sea legal.
Y como recibimos tantas preguntas sobre el mareo, hemos decidido hacer un pequeño vídeo al respecto. En él, nuestra veterana doctora naval Ninette van Es nos da sus mejores consejos para el mareo. Algunos se basan en remedios naturales que los marineros han utilizado durante siglos, otros recurren a métodos más modernos, pero seguro que al menos uno de estos tratamientos te funciona.
6. Infórmese sobre lo que puede ver durante el crucero
No hay nada como ver un pingüino en persona, pero la experiencia puede enriquecerse mucho si se conoce un poco sobre ellos. Lo mismo ocurre con los paisajes polares.
Proporcionamos itinerarios que son informativos sin ser excesivamente detallados. Le darán una idea aproximada de lo que puede esperar, pero le recomendamos que complemente la información básica con un poco de investigación adicional sobre los temas que le interesen.
Especialmente en lo que respecta a los lugares históricos que visitamos, esta investigación sólo puede profundizar su apreciación por el trabajo humano y la innovación que supuso la vida polar de la vieja escuela.
Pero recuerde que nuestros itinerarios sólo describen las rutas previstas y los avistamientos de animales esperados. En caso de condiciones inseguras, siempre debemos recurrir a planes alternativos. Y, obviamente, no podemos garantizar el avistamiento de animales.
Ojalá.
7. Déjese llevar por el ritmo de los cruceros polares
Las regiones polares están llenas de sorpresas. Y, como ya hemos dicho, no podemos hacer promesas infalibles sobre los animales que veremos, las actividades que realizaremos o los lugares que visitaremos.
En el Ártico y la Antártida, el tiempo, el hielo y la fauna local son los que mandan. Todo lo que podemos hacer es cooperar con estas variables lo mejor que podamos. Pero todo eso es parte de lo que hace que estos entornos salvajes merezcan tanto la pena ser explorados.
Nuestro último y más importante consejo para el crucero es, por tanto, abrazar lo salvaje en la naturaleza polar.
John Milton escribió una vez: "La mente es su propio lugar, y en sí misma puede hacer un cielo del infierno, un infierno del cielo".
Aunque se trata de una cita innegablemente profunda y quizá demasiado elevada para los viajes polares, no deja de ser una perogrullada importante con respecto a nuestra capacidad para determinar nuestra propia felicidad con una mentalidad correcta o incorrecta.
La mentalidad equivocada percibe incluso el mejor viaje como una decepción. Puede que las expectativas sean demasiado altas, la tolerancia a la incomodidad demasiado baja o cualquier otra posibilidad.
Del mismo modo, una actitud abierta y afirmativa contribuye en gran medida a mejorar incluso los viajes más duros.
Ésa es nuestra última sugerencia: Opte por lo segundo. Sea tan flexible y positivo como pueda. Acepte las regiones polares como lugares maravillosamente impredecibles que son. Si les exiges que cumplan una lista de expectativas rígidas, seguro que fracasas, pero si las exploras con el corazón abierto, no dejarán de encantarte.