La mejor cámara es la que sabes usar
Una de las preguntas más frecuentes que me hacen antes de un crucero es: "¿Qué equipo fotográfico debo llevar?" Es una pregunta muy amplia, y las respuestas varían según la persona. Sin embargo, hay algunos puntos clave que se aplican a casi todo el mundo.
En primer lugar, la mejor cámara es la que mejor se utiliza.
Son viajes que se hacen una vez en la vida. Debería dedicar las horas a disfrutar de la exótica fauna y de los asombrosos paisajes, no a preocuparse por los ajustes de la cámara. Con demasiada frecuencia, los huéspedes viven todo su viaje a través de sus pantallas, perdiéndose la magia que tienen delante para hacer fotos que, de todos modos, no pueden captar esa magia.
Dejando a un lado este importante consejo, a continuación le ofrezco mis 10 recomendaciones para el equipaje...
1. Llevar al menos dos cámaras
Esto puede parecer excesivo para los no fotógrafos, pero lleva al menos dos dispositivos que tomen imágenes. Pueden ser dos cámaras DSLR profesionales, una cámara compacta con una pequeña cámara de acción, o incluso algo tan sencillo como dos teléfonos.
La tecnología tiene la costumbre de fallar en los momentos más inoportunos. Lo último que quieres es quedarte sin medios para capturar imágenes si tu dispositivo principal se pierde o se rompe.
2. Incluye diferentes opciones de lentes
Los detalles dependerán de si llevas cuerpos de cámara con objetivos intercambiables, una cámara compacta o un teléfono inteligente. Pero lo ideal es que puedas hacer una mezcla de fotos de paisajes con gran angular y primeros planos de animales y personas.
No hay nada mejor que la calidad y la nitidez de un objetivo individual, pero cuando te enfrentas a mares agitados, condiciones meteorológicas adversas y otros invitados en la zodiac, puede ser difícil cambiar un objetivo de forma segura sin que el sensor y el elemento del objetivo se humedezcan. Llevar dos objetivos zoom versátiles no sólo le ayudará a mantener su equipo a salvo, sino que le ofrecerá más versatilidad cuando las condiciones cambien rápidamente.
Te sugiero que te hagas con dos objetivos zoom de la gama 24-70 o 24-105, combinados con un 70-300 o un 100-400, dependiendo de la marca de cámara que utilices. Un poco más de longitud puede ser muy útil, así que si puedes llevar algo tan grande como un 100-500 o un 150-600, te vendrá de perlas. Si quieres llevar un tercer objetivo, te sugiero un 16-35 o cualquier objetivo gran angular. Los objetivos ultra gran angular ofrecen una visión más espectacular de los vastos paisajes de las regiones polares.
Mi teléfono nunca está lejos, sin embargo, para captar esos momentos cándidos entre invitados o hacer un vídeo corto para capturar una situación particular. La versatilidad es primordial.
3. No olvides el espacio de memoria
Las necesidades de memoria de cada persona varían mucho en función de la cantidad y la resolución de las imágenes que tome. Sin embargo, no me canso de repetir lo importante que es llevar tarjetas de reserva. Si cree que tiene suficientes, lleve un par más.
Personalmente, soy partidario de llevar varias tarjetas de 32 o 64 GB en lugar de una tarjeta más grande. Si la tarjeta grande se pierde o se estropea, no tiene más opciones, mientras que llevar varias tarjetas pequeñas le ofrece la seguridad de tener varias copias de seguridad.
Es una buena costumbre colocar las tarjetas adicionales que tengas en distintos bolsillos de tu ropa y bolsos. Debo admitir que en numerosas ocasiones he desembarcado, he cogido la cámara para hacer una foto y me he dado cuenta de que me había dejado la tarjeta de memoria en el portátil.
4. Lleva pilas de repuesto
El frío puede agotar rápidamente las pilas, así que suelo llevar un par de repuesto en la chaqueta o en algún lugar cerca del cuerpo. El calor las mantiene calientes y evita que se descarguen.
A veces puedes comprar pilas de otros fabricantes por una fracción del coste de las originales, y a menudo son igual de buenas. Eso sí, asegúrate de leer detenidamente los comentarios antes de comprar cualquier equipo que no sea OEM (fabricante de equipos originales).
5. ¿Necesitarás un trípode?
Depende del tipo de fotografía que quieras hacer. Yo casi nunca uso trípode, pero conozco a muchos fotógrafos profesionales a los que no se les ocurriría bajar a tierra sin uno.
A no ser que vayas a grabar vídeo de alta calidad, crear time-lapses, hacer exposiciones largas o fotos de alta resolución en horquillado para combinarlas en el post-procesado, probablemente no necesites trípode. La iluminación en el Ártico y la Antártida es casi siempre lo suficientemente buena para velocidades de obturación que no requieren trípode. Además, llevar trípodes en una zodiac o en la nieve profunda puede ser una verdadera molestia.
Pero si te apetece llevarte uno, lo mejor es que busques un trípode de viaje pequeño o, si tu presupuesto te lo permite, uno ultraligero de fibra de carbono. Otra opción sería llevar un monopié. Es una alternativa más ligera y compacta que funciona en la mayoría de las situaciones.
Pero recuerde que los trípodes y monopiés también plantean riesgos de bioseguridad y deben limpiarse a fondo antes y después de cada aterrizaje.
6. Consiga una bolsa impermeable para la cámara
El tipo y el tamaño de la bolsa de la cámara que utilices también es una preferencia personal, y hoy en día hay innumerables estilos y marcas entre los que elegir. Sin embargo, yo recomendaría encarecidamente elegir una que sea impermeable o, como mínimo, repelente al agua.
La otra opción es utilizar la bolsa de la cámara que ya tienes y simplemente encontrar un saco seco en el que quepa. El tiempo es muy cambiante en las regiones polares, y los viajes en zodiac pueden ser muy húmedos, así que no te arriesgues a perder tu equipo fotográfico por la lluvia o el agua salada.
También merece la pena meter en la maleta bolsas con cierre de cremallera, perfectas para proteger el equipo fotográfico. Si metes la cámara en la bolsa y la cierras del todo mientras estás fuera, la cámara se calentará a su propio ritmo cuando vuelvas. Así se reduce la posibilidad de que se forme condensación en el equipo.
7. Acuérdate de limpiar el equipo
Inevitablemente, el objetivo de tu cámara se manchará de gotas de agua. Yo llevo al menos media docena de paños de microfibra, para tener siempre uno seco a mano. También recomiendo toallitas con alcohol para eliminar cualquier resto de agua salada, junto con un bolígrafo para objetivos y un soplador de polvo. Estos artículos se pueden comprar baratos y pueden ahorrarte horas de trabajo más adelante.
8. Ten en cuenta los filtros
Hay varios tipos de filtros que puedes meter en la maleta, dependiendo del tipo de fotografía que quieras hacer. El primero es un filtro UV, que protege el objetivo. Otro es un filtro polarizador circular (filtro CPL), que puede ayudarte a manejar condiciones de luz difíciles.
Los filtros CPL se utilizan para bloquear los reflejos de luz no deseados, añadir más saturación de color y enfocar puntos distantes, como icebergs o montañas. Sin embargo, no saber utilizar correctamente un filtro CPL puede ser más un obstáculo que una ventaja.
Por ejemplo, con un filtro CPL perderás unos dos f-stops de luz, por lo que deberás tenerlo en cuenta en el resto de ajustes. Además, es mejor colocar el filtro en el objetivo fuera del barco para que no se acumule condensación entre el objetivo y el filtro. Asegúrate de hacer los deberes sobre el uso del CPL e invierte en uno de buena calidad.
Si quieres hacer una fotografía más creativa, un filtro de densidad neutra (ND) también puede serte útil. El objetivo de los filtros ND es reducir la cantidad de luz que entra en el objetivo, lo que permite seleccionar combinaciones de apertura, tiempo de exposición y sensibilidad del sensor que, de otro modo, producirían imágenes sobreexpuestas. Sus usos son muy específicos, por lo que sólo merece la pena añadirlos a la lista de la maleta si se tienen objetivos fotográficos concretos.
9. Encontrar los guantes adecuados
No subestimes lo frías que pueden llegar a estar las manos en las regiones polares, sobre todo si tienes que quitarte los guantes o las manoplas cada vez que quieras hacer una foto. Es aconsejable llevar al menos un par de guantes que puedas usar mientras manejas la cámara.
Puede ser un par de guantes finos para llevar debajo de los guantes impermeables más gruesos. Si tu presupuesto te lo permite, también hay guantes diseñados específicamente para fotógrafos que trabajan en entornos fríos.
10. Respira tranquilo con el almacenamiento de reserva
Después de haber sufrido personalmente la pérdida de varios años de imágenes, no me canso de insistir en la importancia de hacer copias de seguridad, no una, sino al menos dos veces durante el viaje. Y una tercera vez al volver a casa. Nunca se hacen demasiadas copias de seguridad.
Yo siempre viajo con mi portátil y hago copias de seguridad en dos discos duros externos distintos después de cada aterrizaje, lo que me permite formatear mis tarjetas cada día. Si no es posible viajar con un portátil, puedes utilizar el ordenador de a bordo del barco para transferir las imágenes a tu disco duro externo. Sin embargo, esto puede llevar mucho tiempo si hay que esperar mientras otros huéspedes lo utilizan.
Llevar un pequeño portátil, una tableta o incluso un teléfono con una capacidad de almacenamiento decente es la opción preferida, ya que esto le permitirá hacer un poco de clasificación y edición preliminar a bordo. También es importante guardar las copias de seguridad en distintos lugares por si se pierde o te roban el equipaje.
Por último, cuando vuelvas a una conexión Wi-Fi segura y fiable, haz una copia de seguridad de tus fotos en otro disco duro o en la nube para tener total tranquilidad. Tu experiencia en el crucero es más importante que las fotos que hagas, pero eso no significa que quieras perderlas.