Fecha: | 06.02.2020 |
Posición: | 54°53'S / 067°42'O |
Viento: | Calma |
Clima: | Claro |
Temperatura del Aire: | +7 |
viajeros. El puerto libre de impuestos florece con el turismo, pero también se nutre de una importante pesquería de cangrejos y de una floreciente industria electrónica. Ushuaia (literalmente "bahía que penetra hacia el oeste" en la lengua indígena yagán) se beneficia claramente de su magnífico, aunque remoto, entorno. La escarpada espina dorsal de los Andes sudamericanos termina aquí, donde se unen dos océanos. Como cabía esperar de un entorno tan expuesto, el tiempo tiene la costumbre de cambiar a capricho. Sin embargo, las temperaturas durante los largos días del verano austral son relativamente suaves, proporcionando un último manto de calor antes de emprender nuestras aventuras. Para muchos de nosotros, éste es el comienzo del sueño de toda una vida. La emoción adopta formas diferentes para cada persona, pero incluso los más experimentados deben sentir auténtica excitación al partir hacia el Gran Continente Blanco. Por ello, la mayoría de los pasajeros estaban en la pasarela a las 16:00, listos para embarcar en el buen barco MV Plancius, ¡nuestro hogar para esta aventura antártica! Tras rellenar un cuestionario de salud y someternos a un control de fiebre (¡para evitar la amenaza del coronavirus!), nos dirigieron a bordo para reunirnos con los directores del hotel y el restaurante, Alex y Dragan. A continuación nos registraron en nuestros camarotes con la ayuda de la fabulosa tripulación del hotel. Poco después de embarcar, nos reunimos en el salón de la cubierta 5 para reunirnos con el primer oficial François, que nos explicó los detalles del obligatorio simulacro de seguridad y salvamento SOLAS (Safety Of Life At Sea), con la ayuda de la tripulación y el personal. Poco después de nuestra primera sesión informativa salimos del muelle de Ushuaia y entramos en el Canal de Beagle con una escolta de albatros de frente negra. Pudimos disfrutar del buen tiempo durante unos momentos hasta que nos llamaron para practicar el simulacro de abandono del buque, que incluía probarnos nuestros enormes chalecos salvavidas naranjas y caminar hasta las estaciones de los botes salvavidas para familiarizarnos con sus ubicaciones. A continuación nos invitaron de nuevo al salón donde el Director del Hotel, Alex, nos dio una visión general de nuestro hotel/hogar flotante durante los próximos 10 días, seguido de unas palabras de nuestro Líder de Expedición, Ali Liddle, y del resto del Equipo de Expedición que nos guiará en la Antártida. Por último, Ali presentó a nuestro Capitán Evgeny que, tras unas sabias palabras de bienvenida, propuso un brindis por nuestro viaje. ¡Buen viaje! Nuestra primera cena a bordo fue una oportunidad para charlar con otros huéspedes y dejarnos impresionar por lo que la Chef Charlotte y su equipo de cocina nos ofrecerán durante el viaje. Más tarde, la impresionante puesta de sol en el Beagle nos pareció un buen augurio mientras nos dirigíamos hacia mar abierto y nuestra travesía del Pasaje de Drake