Fecha: |
13.06.2018 |
Posición: |
79°36,5'N, 010°03,7'E |
Viento: |
SW 2 |
Clima: |
nublado, más tarde sol |
Temperatura del Aire: |
+5 |
Durante la noche nos desplazamos a lo largo de la costa oeste de Spitsbergen y por la mañana nos encontramos al norte de la isla principal del archipiélago. Después del desayuno tuvimos algunas reuniones obligatorias sobre cómo comportarse en el país de los Osos polares y cómo llegar a la costa en zodiac.
Mientras el personal de la expedición nos entregaba las botas de goma, Ortelius navegó hacia el Raudfjord (fiordo Rojo) para un desembarco planeado con el fin de tener la posibilidad de explorar la costa y estirar un poco las piernas. La niebla se había disipado entretanto y se podía ver el porqué del nombre del fiordo. Rocas sedimentarias rojas (Old Red) de unos 600 millones de años de antigüedad, principalmente hematites, era la roca principal de la zona. Justo a la entrada del fiordo se oyó un anuncio por megafonía: ¡¡¡LAS BELUGAS ESTÁN AHÍ!
Estas hermosas ballenas pequeñas estaban a nuestro alrededor, difícil de contar pero tal vez algo así como 50 animales. Las vimos entrar y salir del fiordo, había blancas, o mejor amarillas cremosas y grises que son adultas y jóvenes. Obviamente, también disfrutaron del hermoso paisaje del fiordo Raudfjord, con las montañas puntiagudas de color rojo y los glaciares alrededor. Más tarde nos adentramos en el fiordo hasta el frente glaciar del fiordo lateral llamado Ayerfjord. Por el camino Rinie comprobó las posibilidades de aterrizaje pero la nieve seguía dominando el paisaje, así que no hubo aterrizaje, PERO Rinie siempre tiene un plan B (y C y D....). Mientras almorzábamos, el capitán nos llevó justo al lado del Fuglefjorden, con el enorme Svitjodbreen en la parte interior. Después de un descanso, se publicó el nuevo plan en una reunión: nos esperaba un crucero en zodiac por el Fuglefjorden.
En ese lugar, hace unos 400 años, el descubridor holandés Willem Barentsz descubrió la Tierra y la bautizó como Spitsbergen. Nos adentramos con las zodiacs entre pequeñas y grandes islas rocosas donde anidaban diferentes especies de aves, entre otras, Págalos grandes, Barnaclas cariblancas y Charranes árticos. Nos acercamos paso a paso al frente del glaciar que disfrutábamos desde la distancia. En el camino nos encontramos con un par de focas barbudas sobre témpanos de hielo, agradables de observar, esas segundas focas más grandes aquí en el alto ártico. Todos vivimos momentos agradables en el fiordo que captamos con todos nuestros sentidos y con nuestras cámaras. Más tarde, de vuelta a bordo, el nuevo plan fue una especie de escrito y llegamos a saber que nos dirigiremos más al norte durante la tarde y durante la noche en la búsqueda de más vida silvestre.