Fecha: | 09.01.2020 |
Posición: | Puerto de Ushuaia |
Pasamos días soñando con el viaje que nos esperaba, horas comprando, leyendo, preparando la logística, charlando animadamente con familiares, amigos, colegas y vecinos sobre nuestra atípica elección de viaje, luego pasamos horas, días, viajando en aviones, coches, autobuses... Por fin, echamos un primer vistazo al Plancius. Nos esperaba en silencio entre otros buques de expedición, el más pequeño, pero el más feroz. Su casco azul brillante contrastaba con las aguas grises del canal de Beagle, y subimos orgullosos al barco, recibidos por un cálido "¡bienvenidos a bordo!" de los miembros de la tripulación que se ocuparon de nuestro equipaje y nos indicaron el camino a nuestros camarotes. Enseguida empezamos a explorar el barco, recorriendo pasillos y cubiertas, emocionados como niños que descubren un nuevo patio de recreo. Rápidamente encontramos el camino hacia el restaurante, la recepción, el puente o el salón del observatorio. Nos reunimos en esta última para asistir a una sesión informativa obligatoria sobre seguridad impartida por nuestro primer oficial, François. Plancius negoció una salida complicada del muelle y un giro en U. Cuando empezó a enfilar el canal Beagle, nos sometimos al simulacro, necesaria simulación de la evacuación del buque en caso de emergencia. A continuación, disfrutamos de una breve presentación de la vida a bordo a cargo de la gerente de nuestro hotel, Zsuzsanna, y nos presentaron al capitán del barco, Evgeny Levakov, un ruso alto que lleva 25 años navegando por las regiones polares, y al equipo de expedición. Nuestro jefe de expedición, David, es canadiense. Antes de trabajar a bordo de buques de expedición, fue guía de montañismo. Daniel, de Alemania, es el ayudante de David. Radicado principalmente en Islandia, Daniel pasa la mayor parte del tiempo trabajando como guía naturalista por todo el mundo. El resto del equipo está formado por Andreas, glaciólogo de Alemania; Règis, investigador francés y especialista en aves; Johanne, oceanógrafa de Noruega; Chlòe, de Francia pero afincada en Noruega, donde trabaja como guía e instructora de buceo; Michael, del Reino Unido, donde trabaja como guía de buceo y guía polar; Helene, de Marsella, Francia, donde trabaja con aves marinas y Alexis, guía de kayak, afincado en un pequeño pueblo de montaña de Argentina, veterinario y propietario de una empresa de kayak y trekking en Villa La Angostura, Parque Nacional Nahuel Huapi. ¡Qué equipo tan internacional! Todos sus miembros son "bipolares": estos apasionados, gravemente infectados por el infame virus polar, ¡pasan la mayor parte del tiempo saltando de un polo a otro! También nos informan de que, a pesar de que las previsiones meteorológicas anuncian un paso del Drake bastante tranquilo, Idris, el médico del barco, se quedará después de la cena para distribuir pastillas contra el mareo. Surgen los debates: ¿medicarse o no medicarse? Esa es la cuestión.