PLA05-22, diario de viaje, Spitsbergen Norte, En busca del Oso polar y el Hielo compacto

Muchos de los invitados llegaron a Longyearbyen el día del embarque. A lo largo de la tarde, el equipaje fue transportado desde el muelle hasta el Plancius, anclado en la bahía. A las 16.00 horas, ya había una cola de pasajeros esperando para embarcar en la zodiac La suerte que tuvimos con el tiempo hizo que pudiéramos dejar los viajes en zodiac mojados para más adelante. Una vez a bordo, la velada transcurrió rápidamente, ya que estuvimos muy ocupados con las familiarizaciones, las instrucciones de seguridad, los cócteles con el capitán Torry Sakkariassen y, por supuesto, una encantadora primera cena. Al salir de Isfjord por la tarde, y en dirección norte hacia nuestra primera actividad programada del viaje, tuvimos tiempo para disfrutar de las vistas de las montañas planas con la luz del atardecer.

Nos despertó la dulce voz de nuestro jefe de expedición Pablo a las 7 en punto. Las aguas se habían calmado mucho desde la noche anterior y seguían así mientras navegábamos hacia el fiordo de Smeerenburg justo después del desayuno. Avistamos un Rorcual aliblanco antes de fondear frente al glaciar de Smeerenburg. Las condiciones eran benignas y todos disfrutamos de un agradable crucero en zodiac. Los glaciares de Svalbard se mueven mucho, lo que provoca ocasionales desprendimientos, como el del glaciar Smeerenburg. Tuvimos una magnífica vista desde las zodiacs, lo que subraya la importancia de mantener la distancia con los frentes de los glaciares. Después de comer, descansamos un poco antes de desembarcar en Smeerenburg. Un lugar histórico fascinante y, además, un gran grupo de Morsas merodeaba por la punta. Mientras la mitad del grupo visitaba a las Morsas, Marcel contó a la otra mitad la historia de Smeerenburg, "Blubber town". Después del cambio quedó tiempo suficiente para dar un agradable paseo. Pablo salió a paso rápido liderando el grupo de excursionistas mientras otros tomaban un ritmo más pausado. Las condiciones eran duras, con el terreno embarrado, pero a pesar de todo fue agradable hacer algo de ejercicio y tener un reto en nuestro día. Los que no quisieron caminar se quedaron en la playa con algunos de los guías o decidieron coger un autobús para volver a las espectaculares vistas desde Plancius. Marcel, Keechy y Elodie hicieron el resumen. Marcel se explayó sobre las historias de las invernadas en Smeerenburg y mostró algunas imágenes de cómo era a principios del siglo XVII. Keechy explicó un poco más sobre la Morsa y Elodie hizo una interesante recapitulación que nos introdujo en el funcionamiento de los glaciares. La cena se sirvió poco después de que Pablo explicara el plan A para mañana. El puente emitió una advertencia sobre el tiempo durante la tarde y la primera parte de la noche, ya que era probable que aumentaran las condiciones del viento y las olas. Sin embargo, antes de entrar en las agitadas condiciones, echamos un vistazo a nuestros primeros osos. Una madre y dos oseznos merodeaban por un manchón de nieve en la esquina más alejada de Idre Norskoya. Sólo les echamos un vistazo rápido para no molestarles, pero fue un buen comienzo de viaje, ¡sólo era el primer día!

¡Buenos días, buenos días en otro hermoso día en el Plancius! Mientras nos preparábamos para nuestro desembarco en Mushamna, se avistó un Rorcual aliblancos nadando junto al barco. El desembarco también empezó bien, ¡con dos gaviotas marfileñas volando alrededor del lugar! Nos dividimos en tres grupos, uno fue a dar un largo paseo por la colina, otro a pasear por la playa y otro a pasear libremente por la playa. También tuvimos un grupo disfrutando de las tranquilas aguas desde un kayak. El agua actuaba como un espejo, reflejando las montañas y glaciares circundantes. Aunque el paisaje parecía árido, vimos muchas plantas bonitas: Avens de montaña, amapola de Svalbard, saxífraga moñuda y paseamos por un "bosque" de sauce polar. La congelación y descongelación de la zona también dio lugar a hermosos anillos de piedra, una forma de suelo con dibujos de escarcha. A la vuelta de la playa donde desembarcamos había dos cabañas de tramperos, una de ellas construida en 1927 por Hilmar Nøis, que construyó varias cabañas en la zona. La segunda cabaña fue construida en 1987 por Kjell Reidar Hovelsrud, una cabaña relativamente grande y moderna que utilizó para invernar y trampear hasta 1994. En el largo paseo también encontramos una vieja trampa de madera que se utilizaba para cazar zorros. Nuestros planes de la tarde se vieron ligeramente alterados por el avistamiento de un oso cerca del lugar de desembarco previsto en Worsleyneset. El capitán avistó este oso en Antenøya desde una distancia de ¡3 km! Dimos la vuelta a la isla para acercarnos un poco más y, mientras lo hacíamos, vimos otro Rorcual aliblancos y una foca. Aunque un desembarco habría sido demasiado peligroso, pudimos meter las zodiacs en el agua y hacer un crucero, bajo estrecha observación desde el puente. Mientras nos acercábamos a la isla, vimos al oso polar nadando hacia la península, donde subió a tierra. Nos acercamos con cuidado al oso y, desde una distancia segura, lo observamos desde las zodiacs. El oso polar era macho y parecía bien alimentado y sano, caminando por la playa. Fue un avistamiento increíble para terminar el día Por la tarde pasamos por Moffen en nuestro camino hacia el noreste. La isla de morrena, plana y baja, es difícil de ver en un día de mar gruesa.

A las 7 de la mañana nos despertó la suave voz de Pablo, nuestro Jefe de Expedición: "Buenos días a todos, buenos días, la temperatura del aire es de unos 2°C, el tiempo es increíble y no hay ni una sola nube en el cielo. Plancius ha navegado durante toda la noche y ahora estamos dentro de Faksevågen, un pequeño fiordo en el lado oeste de Lomfjord, en la zona del estrecho de Hinlopen" Para esta mañana tenemos diferentes posibilidades de actividades: una larga caminata con Pablo y Elodie hasta una meseta que ofrece unas vistas impresionantes del fiordo, el glaciar y su llanura de deshielo; una caminata intermedia con Keechy hasta un bonito mirador para tomarnos el tiempo de observar las plantas y los pájaros; un paseo por la playa con Beth para los aficionados a la ornitología y, por último, una excursión en kayak para ver más de cerca la costa. El fiordo de Faksevågen es una zona estupenda para observar la tundra del Alto Ártico y su pequeño "bosque de Svalbard" de no más de unos centímetros de altura. El sauce es una de las cinco especies de árboles de Svalbard y no crece más de unos milímetros al año. También pudimos observar la Saxifraga púrpura, una pequeña y hermosa planta pionera que es común en Svalbard, pero también en los Alpes. También encontramos Avens de montaña con sus flores blancas amarillentas que prosperan en este entorno tan duro. Los excursionistas largos tuvieron la oportunidad de observar renos: un macho, una hembra y su cría. El Reno es el único reno de Svalbard, es más pequeño que los que podemos encontrar en Escandinavia y no están domesticados. El grupo de excursionistas intermedios observó dos Lagópodo alpinos. La hembra era difícil de ver porque estaba muy bien camuflada. A mediodía, todos volvimos al barco y el Plancius empezó a navegar hacia el norte para llegar al destino de la tarde: Alkefjellet, que significa "Monte Guillemots" (¡por razones obvias!). A las 3 de la tarde todas las zodiacs estaban en el agua y estábamos listos para explorar este increíble lugar con nuestra ropa a prueba de guano. Durante los meses de verano, se cree que unos 65.000 araos de Brünnich anidan en este acantilado de 100 metros de altura y ocupan cada centímetro de saliente del acantilado lo bastante ancho para un nido y lo bastante estrecho para disuadir a los Zorros árticos. Las hembras ponen un huevo en forma de pera en junio y luego ambos padres se sientan en el nido durante un mes y alimentan al polluelo durante otras 3 semanas hasta que éste salta por el acantilado (y puede ser devorado por una oportunista Gavión hiperbóreo que suele permanecer en los alrededores). Tras un accidentado y húmedo viaje de vuelta al barco, nos dieron la bienvenida con un merecido chocolate caliente. Para la recapitulación, John, uno de los pasajeros y gran aficionado a la ornitología, explicó algunos datos muy interesantes sobre los araos de Brünnich. Beth nos habló de la geología que hay detrás de algunos de los paisajes de Svalbard que hemos visto y Elodie nos contó más cosas sobre una característica única del paisaje que es bastante común en Svalbard: las playas elevadas. Por último, Pablo nos explicó el plan para mañana: emocionantes aventuras a la vista, ¡nos dirigimos al Norte! Qué día tan increíble en el Alto Ártico!

¡Buenos días, Plancius! ¡Levántate y brilla! Después de desayunar nos dispusimos a seguir con el plan A, que consistía en desembarcar en la isla Phippsøya, una del grupo de las Siete Islas o Sjuøyane. Pero el desembarco se canceló debido a las condiciones meteorológicas; una niebla muy espesa que nos hizo sentir como si estuviéramos dentro de una pelota de ping pong. Nuestro jefe de expedición vino con un plan B, así que el barco tomó rumbo norte hacia la isla Rossøya para comprobar el hielo y las condiciones meteorológicas alrededor de la isla. Mientras tanto tuvimos una gran presentación sobre historia llamada "La carrera hacia el polo norte" por Marcel. Pronto resultó que la niebla no nos iba a dejar hacer nada en la isla de Phippsøya porque era imposible garantizar la seguridad mientras estuviéramos en tierra, ya que el equipo de expedición no podía explorar el lugar de desembarco y los alrededores por la presencia de los osos polares. Así que, como en una expedición real, nos enfrentamos a una situación impredecible con un tiempo desfavorable, y tuvimos que desviarnos de nuestro plan. Por lo tanto, pasamos al plan C, que consistía en continuar hacia el norte, hacia el hielo compacto, en busca de vida salvaje y para saborear el verdadero Ártico, con el océano cubierto de hielo marino. Después de comer, a las 12.30, empezamos a ver el hielo marino. Pronto tuvimos la gran suerte de avistar 3 Ballenas boreales, un par de Focas oceladas y una rara Gaviota groenlandesa La niebla se disipó un poco y todos pudimos disfrutar de la belleza pura del Ártico. Todos los guías de la expedición y los invitados estaban en las cubiertas exteriores compartiendo sus experiencias de avistamiento de mamíferos y aves muy poco comunes, así como del increíble "paisaje": el mar cubierto de hielo marino. A las 15.30 horas, Elodie hizo una magnífica presentación sobre el hielo marino, que suscitó muchas preguntas y debates, lo que constituye una parte muy importante del proceso educativo. Después procedimos a recapitular y a hacer planes para mañana. Durante la cena cambiamos nuestro rumbo hacia el noroeste a lo largo de la banquisa y nos vimos recompensados con otro avistamiento de Rorcuales aliblancos, Ballenas boreales, focas y Morsas en el hielo. Hoy la cena habitual fue sustituida por una barbacoa en la cubierta exterior con música y un ambiente festivo. Era absolutamente increíble ser el único barco en esta zona con el interminable campo de hielo y ballenas pasando. La posición más septentrional que alcanzamos fue 81°24,667' Norte 017°52,608' Este. Buenas noches Plancius. Mañana será otro día, lleno de nuevos descubrimientos.

Después de desayunar bajamos a tierra para visitar el lugar donde el equipo de tres personas pasó el año del que se habla en "Las mujeres de la noche polar". Todos nos quedamos asombrados de las condiciones en las que vivían estas personas pero muchos pensaron si ellos podrían hacer lo mismo. Después de la visita al refugio hicimos una excursión eligiendo entre una caminata de longitud media o una caminata más larga. Mientras caminábamos por la colina o la playa recogimos basura de plástico y aprendimos sobre las antiguas trampas para zorros, la madera a la deriva y los animales que vimos en la playa. Demasiado pronto llegó la hora de volver al barco y pronto estuvimos de vuelta en el calor del barco a tiempo para el almuerzo. Indre Norskøya. ¡Vaya! Abandonamos el barco para realizar un crucero en zodiac y pronto vimos a una madre Oso polar con dos oseznos dormidos en la roca sobre la playa. Muchos invitados hicieron imágenes que deben convertirse en las tarjetas de Navidad de este año. Justo cuando pensábamos abandonar el lugar, vimos a un oso polar macho en el agua nadando hacia el cadáver de una ballena. Nada le distraía de su misión y nadaba con determinación. Salió del agua y empezó a devorar la carne. La madre trasladó a los oseznos a lo largo de la costa, donde entraron en el agua y emprendieron una precipitada retirada hacia otra isla. Al abandonar el lugar, estábamos a sotavento del cadáver, lo olimos y era otra cosa. Nos preguntamos cómo podía hacer semejante comida con aquella carne maloliente. Fuglesongen Para terminar la excursión de la tarde, cruzamos la bahía en condiciones un poco más difíciles para llegar al último lugar del día. Luchamos contra el viento, el frío y las olas para llegar a los acantilados y ver la colonia de Mérgulo atlánticos. Fue fascinante ver a estas pequeñas aves despegar en bandadas para dirigirse al mar a alimentarse. Fue una forma fantástica de terminar un magnífico día de excursiones polares.

Hola Plancius, ¡buenos días! Levántate y brilla! Después del desayuno estábamos listos para nuestro desembarco en Alkhornet, en la entrada de un fiordo llamado Isfjord. Más de 10 renos y su cría nos esperaban en tierra. Llevamos al primer grupo a una caminata larga, y al segundo a una caminata media. Ambos en la misma dirección, pero el terreno era un poco complicado, con desniveles en la tundra. Aquel grupo tuvo la oportunidad de ver a los renos de cerca y a los terneros comiendo en este increíble lugar con un gran acantilado que se alzaba sobre nosotros y el sonido de los araos volando alrededor. El segundo grupo divisó un zorro ártico descansando en la hierba, por lo que el primer grupo decidió cambiar de ruta para conseguir un mejor punto de vista para ver al zorro ártico. Tras un espectacular desembarco tranquilo de maravillosa fauna y paisajes, era hora de volver al barco, almorzar y prepararnos para la siguiente actividad en Billefjord. Tras el almuerzo, estábamos listos para iniciar el crucero hacia Billefjord, pasando por delante de un lugar histórico, Pyramiden. Pablo nos contó la historia del pueblo mientras disfrutábamos de las vistas desde la cubierta. "La explotación minera comenzó en 1911, pero el éxito fue limitado. En 1926 la propiedad se vendió a Rusia y en 1946 pasó a manos de la empresa estatal rusa Trust Arktikugol, junto con todos los demás intereses rusos en Spitsbergrn. En 1989 vivían en Pyramiden 715 hombres, 228 mujeres y 71 niños. Pyramiden fue abandonada en 1998, las razones radicaban en la escasez de reservas de carbón. El Gobierno de Moscú no tenía ningún interés en apoyar a la periferia rusa en la década de 1990". Continuamos el crucero, con unas breves charlas de Beth y Elodie sobre el magnífico paisaje glaciar y montañoso que nos rodeaba. Tras el crucero bajo el sol, a las 5.30 pusimos un par de zodiacs en el agua y realizamos un crucero en zodiac por Skanbukta. Aquí pudimos ver posados en un hermoso acantilado a los frailecillos, los fulmares y un manto de flores de la escalera de Jacob. Volvimos al barco para disfrutar de una maravillosa cena y del cóctel Capitan's, el cóctel de bienvenida.

Esta mañana temprano llegamos a Longyearbyen. Mientras disfrutamos de un último desayuno a bordo, sacan nuestras maletas del barco. Es un momento triste desembarcar del Plancius, que ha sido un hogar cómodo y acogedor durante este viaje inolvidable. Hemos compartido muchos momentos únicos, hemos visto una fauna rara y hemos hecho nuevos amigos. Cargados de buenos recuerdos, ahora debemos volver a casa.