Trece guías de Oceanwide y 50 pasajeros retiraron la semana pasada unos 1.000 kg de plástico de las playas de Svalbard, aproximadamente la mitad del peso de un coche medio.
Los esfuerzos formaban parte del programa Clean Up Svalbard, supervisado desde hace 20 años por el gobernador de Svalbard. Archipiélago noruego y zona habitual de cruceros de expedición por el Ártico, las limpiezas de Svalbard suelen tener lugar en las playas de Spitsbergen, la isla más grande de esa cadena y donde se encuentra su capital, Longyearbyen.
De izq. a dcha. Tim, Carole, Gottfried y Max, de Suiza. La familia recogió toda esta basura. Foto de Catherine Buckland.
Una bolsa de una tonelada llena de plomos de pesca, grandes trozos de red y varios plásticos más pequeños fue arrastrada desde las costas, por lo demás prístinas, de Spitsbergen, uno de los principales hábitats de osos polares del planeta. Estos plásticos suelen enredarse en pequeños animales o incluso introducirse en el aparato digestivo de la fauna local.
Oceanwide, miembro activo y veterano de la Asociación de Operadores de Cruceros de Expedición al Ártico (AECO), colabora frecuentemente en Clean Up Svalbard y anima a sus pasajeros a participar. AECO, el gobernador de Svalbard, Oceanwide y otros operadores turísticos participan en un esfuerzo continuo por perfeccionar el programa mediante una mejor recopilación de datos.
Cada año, "A Limpiar Svalbard" retira unas 20 toneladas de residuos plásticos de Svalbard, de las cuales entre tres y cuatro toneladas corresponden a buques de expedición como los de Oceanwide. El gobernador de Svalbard también organiza dos limpiezas anuales de playas compuestas por ciudadanos locales.
Mark Vogler, guía de la expedición, dice no a la basura. Foto de Mark Vogler.
La limpieza más reciente de la expedición se coordinó desde el nuevo buque Polar Class 6 de Oceanwide, Hondius, durante su programa de verano en el Ártico. La mayor parte de los residuos retirados procedían de la pesca comercial de la zona. De hecho, en 2016 y 2017 entre el 60 y el 80% de la contaminación plástica de Svalbard procedía de la industria pesquera.