La colonia de pingüinos emperador más querida de la Antártida
Ayer cumplimos dos años consecutivos de poder llevar a nuestros huéspedes a la espectacular pero poco visitada colonia de pingüinos emperadores de la isla Snow Hill.
Utilizando nuestros helicópteros a bordo del m/v Ortelius, llegamos a la isla antártica por la mañana y guiamos a varios grupos a pie hasta la colonia de cría. Uno de nuestros guías, Michael Green, tuvo la amabilidad de escribirnos una carta sobre esta experiencia trascendental.
Disfrútela, y esperamos que nos acompañe en esta extraordinaria aventura el año que viene
Una carta desde la Isla Snow Hill, Antártida
Ayer pasamos unos días fantásticos con los pingüinos emperadores de la isla Snow Hill.
Nos despertamos con un sol radiante y vientos en calma, así que empezamos nuestras heli-ops (operaciones en helicóptero). El tiempo aguantó todo el día y pudimos llevar a todos los pasajeros a tierra, pasando 40 minutos con los pingüinos emperador adultos y sus esponjosos polluelos.
Fue precioso. Nunca había visto tantas caras felices y sonrientes a bordo del barco.
El paisaje de Snow Hill también era espectacular, con esculturas de hielo a nuestro alrededor y la luz del sol haciendo formas fantásticas dentro de ellas.
Los vuelos también fueron increíbles.
Cuando se nos pasó la emoción de subir a los helicópteros, sobrevolamos deslumbrantes campos de hielo y disfrutamos de unas vistas impresionantes hasta el lugar de aterrizaje.
Había 2.000 pingüinos emperador en la colonia y, si te sentabas y estabas lo bastante quieto, se acercaban para ver qué hacías.
Que un pingüino emperador te mire tan de cerca es una experiencia que te cambia la vida.
Los polluelos ya habían crecido y mostraban comportamientos de adultos, pero aún conservaban su esponjoso pelaje de plumas, lo que los hacía adorables y magníficos de ver. Los skúas volaban alrededor bajo el sol y los petreles patrullaban en busca de comida.
Muchos de los huéspedes y del personal derramaron lágrimas ante estas hermosas vistas.
Incluso el vuelo de vuelta al barco fue emocionante: El barco se veía precioso desde la distancia, brillando en la lejana bahía.
Estoy seguro de que los huéspedes tardarán semanas en darse cuenta de lo que han hecho, dónde han estado y todo lo que han visto. Para el personal, ha sido un largo día de duro trabajo, pero ha merecido la pena cada segundo para ofrecer a nuestros pasajeros esta maravillosa e inolvidable experiencia.
De ustedes,
Michael Green y el equipo de Oceanwide Expeditions en el Ortelius