Fecha: |
27.07.2023 |
Posición: |
N 3 |
Viento: |
80°53,9'N / 016°40,0'E |
Clima: |
Nublado |
Temperatura del Aire: |
+2 |
Nuestro cuarto día a bordo del Plancius iba a ser fantástico Fue nuestro primer día de hielo marino, el momento en que muchos de nosotros vimos hielo marino por primera vez. Anteriormente, en nuestros cruceros en zodiac, habíamos visto hielo glaciar, compuesto de agua dulce en forma de icebergs con diferentes tonos de azul. Hoy, sin embargo, hemos experimentado algo nuevo. Nos despertamos con el horizonte lleno de hielo marino. Estar en la banquisa, oírla moverse, ver los colores y sentir el ambiente mágico de la cima del globo es una experiencia única. El equipo del puente nos guió de forma excelente a través del hielo, encontrando canales y puntos en los que el Plancius podía abrirse paso y zigzaguear entre los flujos de hielo. Era un espectáculo perfecto para despertarse. Pero para muchos a bordo, no fue nuestro primer despertar.
Aproximadamente a las 12.45 de la mañana, Christophe despertó al barco con el anuncio de "algo extraño y especial" cerca. Los que se levantaron al oír el anuncio se encontraron con el cadáver de un cachalote juvenil muerto y en descomposición. Se desconocía la causa de la muerte, pero había algunas especulaciones. El cadáver también atrajo a muchas especies de aves, en concreto fulmares boreales, ¡y una gaviota de marfil! La gaviota marfileña es un ave muy buscada en el Ártico.
Después de media hora de examinar el cadáver, el barco siguió navegando y todos los invitados volvieron a dormir.
Tras el desayuno, todo eran ojos para ayudar a avistar fauna. El equipo de expedición y el del puente estaban de guardia. Vimos muchas focas a primera hora de la mañana, lo que es un buen indicio de posibles avistamientos de osos polares. También vimos araos y gaviotas tridáctilas.
Tras un agradable almuerzo, el barco cambió de rumbo en busca de una zona con grandes corrientes de hielo y más fauna. Encontrar el hielo adecuado requiere habilidad, experiencia y un poco de suerte. Utilizamos cartas de hielo que muestran el porcentaje de mar cubierto de hielo para intentar planificar el viaje y, por suerte, contamos con personal y tripulación experimentados a bordo para guiar la búsqueda. Después de un poco de búsqueda, los huéspedes fueron agasajados con otro avistamiento de oso polar. ¡Esta vez el oso estaba cazando! Tuvimos la suerte de ver al oso polar cazar con éxito una foca y arrastrarla hasta una corriente de hielo antes de devorar su comida. Fue un espectáculo increíble El primer oso del viaje era una hembra que se estaba dando un festín con el cadáver de una morsa, pero ver a un oso cazando y capturando su comida fue aún más especial.
Lo siguiente en la agenda diaria fue una recapitulación para que nuestro equipo de expedición nos diera más información sobre lo que habíamos visto. Después volvimos al restaurante para disfrutar de una deliciosa comida. Todo sonrisas a bordo cuando nos íbamos a dormir