Fecha: | 26.11.2021 |
Posición: | 54°48'.67 S, 68°17'.9 W |
Viento: | NW 4 |
Clima: | Nublado |
Temperatura del Aire: | +18 |
La mayoría de nosotros volamos a Ushuaia la noche anterior a la entrega del equipaje y el saneamiento que comenzó a las 8 de la mañana, donde muchos de nosotros vimos por primera vez nuestro barco, el Hondius, ya amarrado en el muelle, esperando nuestra llegada. Tras la entrega, tuvimos medio día libre para explorar la ciudad más meridional del mundo y almorzar en su encantador centro, antes de dirigirnos en grupos asignados a la pequeña iglesia situada frente al mar para someternos a las pruebas obligatorias de detección de cóvidos y conocer por primera vez a los dos médicos del barco y a algunos miembros del equipo de expedición. Una vez que todos los miembros de nuestro grupo recibieron los resultados negativos confirmados, subimos a los autobuses para el corto trayecto hasta el muelle y nos dejaron junto al barco, nuestro hogar durante las próximas 3 semanas. El equipo de expedición nos dio una calurosa bienvenida y nos acompañó a bordo, listos para comenzar nuestra aventura Los que estábamos en los primeros grupos tuvimos tiempo de explorar el barco mientras esperábamos la llegada de todos los grupos de pasajeros. A las 6 de la tarde todos estábamos a bordo y soltamos amarras desde el muelle, giramos nuestra proa hacia el Canal de Beagle y zarpamos en dirección al infame Pasaje de Drake, y nuestro primer destino: ¡la Antártida! Tuvimos tiempo de dirigirnos a las cubiertas exteriores para despedirnos antes de entrar de lleno en el serio asunto de una sesión informativa sobre la seguridad del buque y demostraciones a las 18:15 horas. Después, dispusimos de tiempo adicional en cubierta para organizar nuestros camarotes o pasar un rato en la Sala de Observación, familiarizándonos con nuestros compañeros de viaje. A las 8 de la tarde oímos la llamada a una cena buffet, a cargo del director del hotel, Sigi, que nos informó de que, como parte de los procedimientos de seguridad de los cóvidos del barco, durante los tres primeros días del viaje se nos asignarían las mismas mesas en las que nos sentamos esta noche hasta después de nuestras próximas pruebas de cóvidos y nos aconsejó en broma "¡que elijáis sabiamente a vuestros compañeros de cena esta noche!"