"Viajar es fatal para los prejuicios, el fanatismo y la estrechez de miras, y mucha de nuestra gente lo necesita urgentemente por estos motivos".
- Mark Twain
Twain hace que viajar suene muy bien, pero incluso este icono de la literatura estadounidense omitió un beneficio adicional de los viajes: Te muestra lo capaz que eres cuando te enfrentas a la adversidad. Ya sea escalando montañas, comprando el almuerzo en una ciudad extranjera o haciendo un crucero por la Antártida, no sólo aprendes más sobre el mundo y sus gentes, sino también sobre ti mismo.
He aquí cinco conclusiones inspiradas en el Ártico que podrías hacer sobre la persona con la que más viajas.
No tienes por qué tener miedo
Un viaje a la Antártida puede parecer abrumador. Sin embargo, las compañías de cruceros harán todo lo posible para que el proceso sea lo más sencillo posible. Por lo general, las compañías de cruceros a la Antártida le ayudarán con el seguro de viaje, a llegar al punto de embarque y le indicarán la ropa que debe llevar.
Por estas razones, reservar una aventura antártica está muy dentro de sus posibilidades, incluso si nunca antes ha realizado un verdadero viaje de tipo expedición.
Todo el mundo tiene un "lejos"
Los cruceros antárticos están llenos de gente de todo el mundo. Naturalmente, algunos viven más cerca de la Antártida que otros, pero llegar en crucero pone a todos al mismo nivel. Nadie será más antártico que tú, incluso gente que lleva décadas navegando por las regiones polares.
Además, aunque puede haber momentos en los que necesites ayuda durante un crucero antártico, también habrá momentos en los que tus experiencias vitales particulares puedan ayudar a otra persona. Ayudar a otros pasajeros necesitados puede servirte para recordar tus propios puntos fuertes.
Aprendes lo que es importante para ti
Cuando está lejos de las personas y los lugares que suelen ocupar su vida, se da cuenta de lo que realmente se pierde al marcharse.
En general, los seres queridos estarán probablemente a la cabeza de esta lista de cosas echadas de menos. Y si tienes suerte, tu trabajo o un pasatiempo que tanto disfrutas pueden aparecer a continuación. Sin embargo, a medida que avanzas en la lista, puedes empezar a descubrir cosas que no son más que un estorbo en tu vida.
No necesitas cosas
Las cosas pueden ser bonitas y divertidas. Pero cuando tienes que hacer la maleta para un viaje a la Antártida, la diferencia entre lo que es necesario y lo que es excesivo se hace más evidente. Puede que descubras que lo esencial es más que suficiente para mantenerte feliz cuando la vida misma es emocionante.
Puedes ralentizar el tiempo, más o menos
A medida que envejecemos, el tiempo parece ganar velocidad. Si le preguntas a alguien de 50 años por los últimos diez años, te dirá que han pasado volando, pero si le preguntas a un niño por el último día de colegio, te dirá que ha sido eterno.
Detrás de estas distintas percepciones hay una base científica: Las experiencias nuevas destacan en nuestra mente, mientras que las rutinarias tienden a difuminarse. Estas nuevas experiencias, por consiguiente, suelen darnos la sensación de haber pasado más tiempo haciéndolas. Y puesto que un crucero por la Antártida es una experiencia fuera de la rutina para casi todo el mundo, ¿por qué no embarcarse en uno y vivir una vida más larga y plena?